El verano es una época del año alegre, llena de luz, de alegría. Nos invita a salir, a pasear, a realizar actividades al aire, a quedar con los amigos, momento de vacaciones, el tiempo ideal para relajarnos. El verano, sí, mejora nuestro estado emocional.

Pero las dudas de qué hacer con el sol, llegan cuando estás en un tratamiento oncológico. ¿Podré tomar el sol durante la quimio? ¿Es recomendable? ¿Cómo y cuándo debo hacerlo? ¿Puede perjudicar a mis tratamientos?

La piel y el sol

Que el sol puede causar daños en nuestra piel, lo sabemos todos. Y que la concienciación sobre los efectos nocivos de los rayos solares es cada vez mayor, también.

Los rayos ultravioletas del sol, son uno de los agentes más agresivos para el material genético de las células. Cada vez que inciden con intensidad sobre la piel, dañan nuestro ADN en multitud de puntitos.

Por ello, debemos de tener un cuidado especial a la hora de exponernos al sol, y más, si estamos en un período de quimioterapia, ya que puede causar eritemas solares, daño ocular, envejecimiento prematuro cutáneo, reacciones fotoalérgicas e incluso, cáncer de piel.

Respecto a éste último, sabemos que el 90% de los cánceres de piel, son consecuencia de nuestra exposición al sol. Por ello, la prevención y protección, son factores fundamentales, ya que incluso nuestras defensas, se pueden ver alteradas.

¿Puede un paciente con cáncer tomar el sol?

Los pacientes con cáncer deben de extremar todas las precauciones, y más, si se trata de tomar el sol durante la quimio. La piel de las personas en tratamientos de quimioterapia o radioterapia, es en esos momentos, extremadamente sensible.

Así que, en el que caso de exposición, deben tomar ciertas medidas para minimizar el impacto.

Aunque lo recomendable es exponerse lo menos posible, si no puedes evitar tomar del sol durante la quimio, por el lugar o las circunstancias en las que te encuentras en ese momento, siempre debes tomar precauciones, como utilizar cremas solares de alta protección, evitar horas centrales del día y usar gafas, gorras y guantes.

Toda precaución es poca, para esos momentos tan delicados, y que en caso de quemaduras, podría acarrearnos graves problemas en la piel, y complicarnos los tratamientos.

¿Qué debemos hacer para protegernos del sol con un tratamiento de cáncer?

Desde el principio del tratamiento, debemos tener precaución con el sol, incluso hasta un tiempo después de haber terminado el tratamiento, ya que la piel, como ya hemos comentado anteriormente, está especialmente sensible durante este tiempo.

  • Debemos usar siempre, una crema de protección total, y siempre adecuada a nuestra piel. Hay que aplicarlas antes de la exposición al sol, y renovándola con frecuencia. Podemos llevar nuestro protector en el bolso.
  • Evitar tomar el sol, en las horas centrales del día (de 12’00 a 16’00).
  • Nuestro nivel de hidratación, debe ser el adecuado, tanto por dentro, como por fuera. Hay que beber agua, de forma periódica, aunque no se tenga sed.
  • Usa protectores físicos como gorras, sombreros, turbantes, viseras, gafas de sol, e incluso guantes. Para el baño, existen prendas y gorros preparados para pacientes con cáncer que actúan como pantalla a la radicación solar.
  • Llevar ropa protectora de fibras naturales
  • Llevar contigo siempre, un protector natural de alta protección, que además sea hidratante.
  • Y siempre, siempre consultar antes con nuestro oncólogo.

El protector solar ideal a aplicar durante un tratamiento de quimioterapia

Para proteger nuestra piel, más sensible que nunca por nuestros tratamientos, deberemos usar un protector de protección total y acorde con nuestra piel. Deben ser hipoalergénicos, testados y formulados para pieles frágiles. Po supuesto, su composición, debe de ser natural, para que nos deje una pie sana y cuidada, a la vez.

Su textura debe ser fluida, ya que necesitaremos aplicar este producto todos los días. Y si es posible, que nos nos deje la cara blanca ala plicarlo, ya que es algo que resulta incómodo, por lo graso o lo poco estético.

Lo aplicaremos siempre después de la hidratante, y no nos olvidaremos de zonas también expuestas como orejas, cuello y palmas de las manos y los pies. Éstos últimos es muy importante, ya que la quimioterapia afecta bastante a la piel y puede ocasionarnos el síndrome mano-pie.

No sólo se debe proteger nuestra piel

A la hora de protegernos del sol, no sólo debemos cuidar nuestra piel, tenemos algunas zonas de nuestro cuerpo olvidadas, pero no mucho menos importantes.

Los ojos es una de ella, así que los protegeremos con unas bonitas gafas de sol, y usaremos un producto para el contorno del ojo.

Cubriremos bien las cicatrices quirúrgicas, que son especialmente sensibles al sol, y pueden volverse más oscuras.

Llevaremos siempre con nosotros, un bálsamo labial, para la protección e hidratación de nuestros labios.

No olvidaremos proteger las uñas, con productos de pantalla total, ya que el sol afecta negativamente a la matriz de la uña, que durante la quimio se puede ver afectada.

Y por supuesto, acuérdate de tu cuero cabelludo. Su piel está muy sensible, y debes protegerlo, no sólo con una gorra, turbante o sombrero, también con un protector solar muy alto. Tomar el sol durante la quimio, exige estar más protegido que nunca y exponerse lo menos posible, a no ser que las circunstancias no nos lo permitan.

Como ves, siguiendo estas sencillas pautas, es posible disfrutar de este verano, quizá diferente para ti, de forma segura. Disfruta de tus vacaciones de forma positiva, de tus paseos por la playa y de la buena compañía.

Y recuerda, cualquier duda que tengas acerca del sol, cualquier apreciación en tu piel que observes diferente, siempre acude a tu médico, consulta lo antes posible, para evitar así, futuros problemas.