El cuidado de la salud de los pies es un aspecto fundamental para conservar la calidad de vida de los pacientes de cáncer. Tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia, producen efectos secundarios que pueden ocasionar el síndrome mano-pie, interfiriendo, en ocasiones, en su vida diaria e incluso, en los propios tratamientos.

A través del sudor de las palmas de las manos, y de las plantas de los pies, eliminamos la quimio, y por ello, la piel de estas partes de nuestro cuerpo, se deshidratan más y se estropean.

Por ello, hay que hidratarlas y cuidarlas desde el primer día, para que no se nos produzcan heridas, grietas o cualquier otro problema importante.

¿Qué es el síndrome mano-pie?

Se trata de una reacción de la piel, que aparece en las palmas de las manos y/o plantas de los pies, como resultado de ciertos agentes de quimioterapia. Se produce después de la administración de la quimioterapia, cuando pequeñas cantidades del fármaco, traspasan los vasos sanguíneos pequeños, llamados capilares, en la palma de la mano y la planta del pie.

La exposición de éstos al calor, aumenta la cantidad del fármaco en los capilares, y la cantidad del fármaco que “escapa”. Las áreas afectadas, pueden secarse y descamarse, lo que puede ser muy incómodo, y afectar en el día a día del paciente.

¿Cuáles son los síntomas del mano-pie en el tratamiento de quimioterapia?

Son diversos los síntomas que presenta el síndrome mano-pie en los pacientes siendo de más leves a más graves. Habrá que ser cuidadoso, poner solución a ellos cuanto antes, y evitar así que puedan ir a más, y puedan perjudicar nuestros tratamientos, así como nuestra actividad habitual.

Algunos de ellos, pueden ser:

  • Sensación de hormigueo o entumecimiento.
  • Hinchazón
  • Dolor
  • Anomalías en las uñas
  • Grietas y sequedad
  • Dedos deformados
Infografía con los síntomas y prevención del síndrome mano-pie

¿Cuándo aparece este síndrome?

En la mayoría de los pacientes, este síndrome aparece en las primeras semanas del tratamiento de quimioterapia. La clave, es detectarlo temprano, para evitar que empeore o vuelva a suceder.

Cuanto antes podamos atajar el problema, mejor será nuestra salud, y más llevaderos los tratamientos que nos estén dando en ese momento. Lo primero, será informar a nuestro equipo médico que nos esté tratando en ese momento, de cualquier síntoma que podamos sospechar como entumecimiento hormigueo, enrojecimiento, descamación, hinchazón o dolor.

Quizá se pueda suspender la quimioterapia por un corto tiempo para que la piel sane, o simplemente, reducir solo la dosis, a veces es suficiente.

¿Cómo puedo prevenir el síndrome mano-pie producido por la quimioterapia?

Cuando se nos comunica que vamos a recibir un tratamiento de quimioterapia, lo primero es conocer con qué efectos secundarios nos vamos a poder encontrar. No siempre se producen todos los que te dicen, ya que cada cuerpo y tratamiento es diferente, pero es bueno saberlo, y así, poder tomar medidas desde un principio.

Así, por ejemplo, sabremos que uno de los efectos que sí produce la quimio, en general, es la deshidratación de la piel, por lo cual antes de comenzar el tratamiento, podremos tomar medidas para evitar ese problema

En este caso del que hablamos, el síndrome mano-pie, la prevención es muy importante, y ayudaremos a reducir la gravedad de los síntomas, si éstos llegaran a aparecer. Algunos de los consejos, fáciles de realizar pueden ser éstos

7 consejos para prevenir el síndrome mano-pie

  • Evitar calzado y ropa (calcetines y medias) ajustados.
  • Evitar el uso de agua muy caliente. Mejor agua tibia a la hora del baño.
  • No romper las ampollas (en el caso de que haya), ya que éstas podrían infectarse.
  • Hidratarse desde la primera sesión de quimioterapia (e incluso antes). El Aceite Reparador de María D’uol, es un producto extraordinario para prevenir problemas de manos y pies, así como de nuestras uñas.
  • Evitar realizar actividades que ejerzan presión o froten la piel, tanto de las palmas de las manos,como de las plantas de los pies.
  • No usar guantes de goma para fregar.
  • Evitar la exposición al sol.

Como ves, son medidas que se pueden tomar fácilmente, simplemente modificando algunas de nuestras actividades diarias normales, durante el tiempo que duren los tratamientos.

Consejos para tratar el síndrome mano-pie

Si debido a tu tratamiento de quimioterapia que estás recibiendo, ya has desarrollado este síndrome, siempre estamos a tiempo para realizar algunas cosas que puedan ayudarnos a aliviarlo, o, poco a poco, curarlo.

  • Aplicar frío en las manos o pies, puede aliviar el dolor y sensibilidad.
  • Usar productos indicados para los tratamientos oncológicos como el Aceite Reparador-Oncology
  • Mantener los pies y manos elevados. Esto puede ayudar a disminuir la hinchazón.
  • Tomar algún analgésico para el dolor, siempre antes, consultando con su médico.
  • Hidratar bien , con productos que también nos reparen.

¿Cuándo debería consultar con mi oncólogo?

Si observas que las palmas de las manos, o las plantas de los pies enrojecen o se vuelven sensibles, puede ser un signo claro de que vas a sufrir una descamación, (la cual luego, puede dar paso a grietas) y esto puede ser un aviso de que se va a producir, el síndrome del que estamos hablando.

Habla con tu profesional lo antes posible, y él te asesorará y te dará la atención médica que necesitas, así como consejos o pasos a seguir.

El cuidado de la piel durante los tratamientos oncológicos, es fundamental, aunque a veces, también es la gran olvidada. Y eso, nos ocasiona problemas de salud, que nos dificultan incluso, a veces, continuar temporalmente con estos tratamientos.

Productos como el Aceite Reparador-Oncology, no sólo nos ayudará a proteger e hidratar nuestra piel, sino a evitar situaciones delicadas como las de nuestras manos y nuestros pies. Evitará esa sequedad y deshidratación. Las posibles grietas que surjan a raíz de éstas, y también nos ayudará en el cuidado de nuestras uñas. 

Las manos, y sobre todo los pies, son partes muy importantes de nuestro cuerpo, aunque normalmente, nos olvidemos de ellos. No lo hagas nunca, cuídalos, hidrátalos, protégelos, y házlo, especialmente, si estás recibiendo o vas a hacer un tratamiento de quimioterapia dentro de poco tiempo.

Es un esfuerzo mínimo al día, que te dará enormes beneficios.