Uno de los efectos secundarios más visibles e inevitables de la quimioterapia, es la pérdida del cabello. Estos cambios pueden influir de forma emocional, y por lo tanto, en nuestro tratamiento oncológico. Una de las soluciones más fáciles y cómodas, es el uso de peluca oncológica.

Será de gran ayuda a nivel estético, porque nos vamos a ver fenomenal, pero también a nivel psicológico, ya que nos ayuda a no perder nuestra identidad, nos vemos bien al mirarnos al espejo, y nos ayuda a recuperar nuestra autoestima.

El uso de peluca oncológica es temporal, ya que una vez terminados los tratamientos de quimioterapia, el pelo vuelve a salir enseguida y vuelves a recuperar tu cabello natural.

Pero mientras tanto, vas a sentirte genial, porque las pelucas para quimioterapia son tan auténticas, que nadie notará que la llevas, ni siquiera las de fibra sintética.

Prepararse para la pérdida del cabello

La pérdida del cabello, es uno de los muchos efectos que provoca el tratamiento de quimioterapia, que además, es el más visible y el que más nos afecta psicológicamente.

Sin duda alguna, va a ser una experiencia difícil para esa persona, que le llevará un tiempo hacerse a la nueva imagen, sin cabello. Por eso, el uso de la peluca oncológica es un gran beneficio, para verse bien y recuperar la autoestima.

En el momento en que vemos que se nos empieza a caer el cabello, ir a nuestro peluquero será la primera opción, y aunque nos duela, cortarnos el pelo será lo más adecuado para nuestra salud mental, ya que el pelo puede tardar más o menos en caerse, pero en el momento en que empieza a hacerlo, se cae a mechones, y eso puede hacernos mucho daño emocionalmente.

Si lo sabemos de antemano, mi consejo es que mires ya tu peluca con tiempo, para que llegado el momento, la tengas a mano y puedas ponértela con tranquilidad, sin vivir momentos de ansiedad.

Tener ya elegida tu peluca, tu turbante oncológico como complemento, gorrito de dormir, e incluso tu bálsamo reparador o aceite para cuidar e hidratar el cuero cabelludo, te va a dar tranquilidad y seguridad.

Características y tipos de pelucas oncológicas: Elige la adecuada para ti

Elegir una peluca oncológica es una tarea sencilla, siempre y cuando lo hagas con personas especializadas, que te asesoren de la forma más adecuada y sabiendo qué es lo mejor para ti, qué es lo que mejor te va a quedar y favorecer.

En Rosa en Positivo encontrarás este servicio de forma totalmente gratuita, y nos preocuparemos de que salgas de allí feliz y contenta, con tu nueva imagen.

La peluca oncológica tiene que ser fácil de poner y se tiene que adaptar perfectamente a tu cabeza para que no se mueva. Presenta un ajuste en la zona de nuca, y también en las patillas.

Puede ser de fibra sintética o de pelo natural, y puede estar cosida a mano o a máquina. Todos estos factores, decidirán su precio final, que puede oscilar desde los 190 euros a los 1800, aproximadamente, dependiendo de tu elección.

En la actualidad, tienes todo tipo de modelos en el mercado, largos, cortos, melenas lisas, rizadas, en diferentes tonalidades de castaños, rubios, grises… Con flequillo o sin él.

Buscaremos siempre el modelo que más se parezca a tu look actual, para que nadie note absolutamente nada, y tú te sientas fenomenal.

También, si lo deseas, es una oportunidad para cambiar y probar estilos nuevos y diferentes.

Yo lo hice, pasé de un pelo corto a una melena, y la verdad, me vi genial, por lo que el uso de la peluca oncológica, no tiene por qué hacerte sentir mal, más bien lo contrario, debe de empoderarte.

Colocación y cuidado de la peluca oncológica: Mantén tu nueva imagen

Es un paso muy sencillo, la colocación de la peluca oncológica, pero debes de hacerlo bien, ya que si es así, no tendrás que temer nada, ni se te moverá, ni se te caerá, ni mucho menos, se te volará (algo por lo que me preguntáis mucho).

Cómo realizamos esta colocación:

  1. Sujeta la peluca oncológica por la parte de atrás y muévela suavemente boca abajo, para que quede suelta y con movimiento, especialmente, si es pelo largo y/o rizado.
  2. Colócala de delante hacia atrás. Apoyas la frente, y la colocas como si fuera un gorrito. 
  3. Ajusta bien las patillas en su lugar, para que la peluca quede perfecta y se vea bien. Si no están bien colocadas, es posible que el flequillo o la raya de la peluca, quede “descuadrada”, y no te quede bien.

Pelucas de pelo natural vs. pelucas de fibra sintética: ¿Cuál es la mejor opción?

El proceso para elegir una peluca oncológica, no es fácil para un paciente con cáncer. Es un momento  importante, y para que la transformación no sea demasiado brusca, buscaremos una peluca que se asemeje lo más posible a nuestro cabello natural, para no vernos demasiado diferentes y sentirnos más cómodas. Lo mejor, dejarte asesorar por una persona especializada.

Para saber cual es más adecuada, la mejor opción es probarla. Esto puede llevar un tiempo, por lo que te aconsejo, pidas cita para que tu asesora pueda realizar su trabajo con tranquilidad, y tú puedas probar varias y encontrar la más adecuada.

Puedes elegir entre dos tipos de pelucas:

Pelucas de pelo natural. Su ventaja es que puedes aplicarle calor, es decir, puedes usar secador, plancha e incluso teñirla. Eso sí, debes de peinarla como si fuera tu cabello de verdad, y eso puede exigir unos cuidados que pueden resultarnos más caros, o nos pueden dar más trabajo.

Peluca de fibra sintética. Su cuidado es mucho más sencillo, secan solas y de forma rápida, y son bastante más baratas que las de pelo natural. Eso si, en este tipo de pelucas, no puedes usar calor. Nada de secadores, planchas no tenacillas. La fibra se puede quemar.

Cómo cuidar tu peluca oncológica

Ya hemos hablado de lo que podemos hacer o no, dependiendo si la peluca es de pelo natural o de fibra sintética. Pero éstas requieren unos cuidados que debemos tener en cuenta, si queremos conservarlas con su brillo.

Lavarla con champú especial para pelucas sintéticas. Son autolimpiadores, no sacan espuma, y se usa muy poquito. No usaremos los habituales, ya que son espumosos y estan compuestos por una serie de químicos que pueden estropearlas.

– Para conservar su brillo, estén suaves, y las puntas no se abran, usaremos un bálsamo en cada uno de los lavados.

– No dormiremos con ella puesta para evitar que se enrede.

– No debemos peinarla si está mojada. La peinaremos siempre, antes de lavarla, en seco.

El apoyo profesional de Rosa en Positivo: Encuentra tu estilo y confianza

Elegir una peluca oncológica para nuestros tratamientos de quimioterapia, no es una tarea fácil, porque nos afecta física, pero también psicológicamente. Con la ayuda de un profesional, como Rosa en Positivo, será todo más sencillo, fácil y llevadero. He pasado por lo mismo que tú, y sé cómo te sientes, y qué necesitas.

Tu peluca es el nuevo accesorio que te va a acompañar durante un tiempo determinado, y tenemos que conseguir que sea la mejor compañera de este viaje no deseado, pero que saldrá fenomenal.